La OCDE ha adoptado el acuerdo “Two model rules” para la creación de un impuesto de sociedades universal de al menos el 15% sobre los beneficios en cada uno de los países en los que operen, denominado Global Anti-Base Erosion (GloBE), como parte de la solución ante el desafío de la imposición sobre beneficios en el contexto de la economía digital
El objetivo de esta medida es acabar con la competencia fiscal entre países y a neutralizar los efectos de la estrategia fiscal basada en trasladar beneficios a jurisdicciones en las que no están sujetas a imposición o están sujetas a una imposición muy baja, y será aplicable a partir del ejercicio fiscal 2023 a las empresas multinacionales con ingresos anuales superiores a 750M€ en sus estados financieros consolidados en al menos dos de los cuatro ejercicios fiscales inmediatamente anteriores al ejercicio fiscal en cuestión.
La OCDE está publicando información para la correcta aplicación de las GloBE, concretamente el pasado 13 de julio está disponible el documento con el Framework de aplicación Tax Challenges Arising from the Digitalisation of the Economy – Global Anti-Base Erosion Model Rules (Pillar Two)
Estas nuevas reglas tendrán un fuerte impacto en el cálculo y la provisión del impuesto de sociedades en grandes grupos empresariales, en un próximo post hablaremos de ello.
Por otro lado, la aplicación de ingeniería fiscal para evitar el pago de impuestos en determinadas jurisdicciones trasladando artificialmente el beneficio a países con baja fiscalidad se considera una práctica poco ética, que atenta con los criterios de buen gobierno, lo cual trataremos en un próximo post desde esta vertiente de ESG.
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