Indice:
- Qué es el Tax Management o gestión tributaria
- Por qué ahora se habla tanto de Tax Management
- Qué procesos incluye el Tax Management en una empresa moderna
- Señales de que tu gestión tributaria necesita mejorar (aunque cumplas)
- Un modelo simple para organizar el Tax Management sin abrumar
- Cómo empezar sin saturar al equipo
- Preguntas frecuentes sobre Tax Management
- Conclusión
- Cómo aborda Nova el Tax Management
La gestión tributaria puede funcionar de dos maneras: como un proceso predecible y controlado o como una sucesión de urgencias que aparecen siempre en el peor momento (cierres, auditorías, comités o reporting corporativo). La diferencia rara vez está en “trabajar más”. Casi siempre está en cómo se organizan el dato, el proceso y el control.
Ahí es donde entra el Tax Management (gestión tributaria): una forma de estructurar la función fiscal para que los números sean coherentes, se expliquen con rapidez y estén respaldados por evidencias claras. No se trata de hacer la fiscalidad más compleja, sino más gobernable.
Qué es el Tax Management o gestión tributaria
El Tax Management es el conjunto de procesos, controles y herramientas con los que una empresa calcula, documenta y reporta su información fiscal para lograr tres resultados clave:
1. Cumplimiento consistente
Preparar las obligaciones y el reporting fiscal con criterios estables y repetibles en el tiempo.
2. Trazabilidad
Poder explicar cada cifra siguiendo un hilo claro: datos de origen, reglas aplicadas, ajustes, revisiones, aprobaciones y evidencias.
3. Coherencia contable‑fiscal
Apoyar la fiscalidad en una base financiera sólida, reconciliada y entendible.
Dicho de forma sencilla: Tax Management no es hacer más tareas, sino hacerlas con método, para que el cierre fiscal deje de ser un incendio recurrente.
Lo que no es Tax Management
Conviene aclararlo:
- No es lo mismo que planificación fiscal. Aquí hablamos de operación, control, evidencias y reporting dentro de la empresa.
- No es solo tener software. Sin ownership del dato, calendario, validaciones y aprobaciones, las herramientas no eliminan el caos.
Por qué ahora se habla tanto de Tax Management
Porque el entorno ha elevado el nivel de exigencia en tres frentes principales: reporting internacional, plazos y obligaciones y foco en la tasa efectiva.
1. BEPS Acción 13 y CbCR: reporting por jurisdicción
El marco de BEPS Acción 13 establece un template estándar para que los grupos multinacionales reporten, cada año y por jurisdicción, su información fiscal clave mediante el Country‑by‑Country Report (CbCR).
2. En España: Modelo 231 con una ventana anual definida
La presentación del CbCR se canaliza a través del Modelo 231, cuyo plazo se extiende hasta 12 meses después del cierre del periodo impositivo. Esto obliga a conservar, reconciliar y explicar datos con una visión anual y estructurada.
3. Pillar 2: mínimo global del 15 % y top‑up tax
Con Pillar 2, la atención se desplaza hacia el cálculo de la tasa efectiva por jurisdicción. Cuando esta cae por debajo del 15 %, se activa un top‑up tax para alcanzar el mínimo, lo que exige datos consistentes, comparables y explicables.
Qué procesos incluye el Tax Management en una empresa moderna
No existe un único modelo de Tax Management, pero en la práctica suelen aparecer tres grandes bloques, estrechamente conectados.
1. Cierre fiscal y Tax Provision
Este bloque transforma el cierre financiero en una cifra fiscal defendible: impuesto corriente, impuesto diferido, conciliaciones y explicación de variaciones.
Suele incluir:
- Calendario y responsables del cierre fiscal.
- Reglas de cálculo y validaciones mínimas.
- Conciliaciones contable‑fiscales.
- Control de cambios (qué se ajustó, por qué y quién lo aprobó).
- Evidencias listas para auditoría.
Qué suele fallar cuando no hay sistema:
- Clasificación incorrecta de diferencias temporarias y permanentes.
- Cambios de criterio sin versionado ni trazabilidad.
- Conciliaciones que se repiten cada periodo sin un responsable claro.
- Falta de evidencias que obliga a justificar todo a posteriori.
2. Reporting internacional: precios de transferencia y CbCR
En grupos multinacionales, dos áreas concentran gran parte de la complejidad:
- Precios de transferencia (Transfer Pricing): aplicación del principio de plena competencia (arm’s length principle) en operaciones intragrupo.
- Country‑by‑Country Reporting (CbCR): reporting anual país por país, definido por BEPS Acción 13 y presentado en España vía Modelo 231.
3. Controles, trazabilidad y audit readiness
Este bloque marca la diferencia entre un equipo fiscal reactivo y uno que trabaja con previsibilidad. Un Tax Management sólido define:
- Ownership del dato: quién lo mantiene y quién responde por él.
- Validaciones: qué se revisa sí o sí antes de cerrar.
- Workflow: revisiones y aprobaciones con fecha, responsable y comentarios.
- Evidencias: soportes adjuntos, accesibles y versionados.
- Comparabilidad: poder explicar variaciones entre periodos sin rehacer el trabajo.
Señales de que tu gestión tributaria necesita mejorar (aunque cumplas)
Cumplir no siempre equivale a tener un proceso eficiente o seguro. Algunas señales habituales de fricción son:
- Existen varias versiones del mismo cálculo y cuesta identificar la definitiva.
- El cierre fiscal depende de conciliaciones manuales recurrentes.
- La explicación de variaciones del impuesto o del ETR llega tarde o con dudas.
- La evidencia está dispersa y depende de personas concretas.
- El CbCR o el Modelo 231 se vive cada año como un proyecto independiente.
- El área fiscal necesita “parar el mundo” para poder reportar.
Si te resultan familiares dos o tres de estos puntos, el siguiente paso no es trabajar más, sino ordenar el sistema.
Un modelo simple para organizar el Tax Management sin abrumar
Una forma clara de estructurarlo es pensar en cuatro capas:
1. Datos
- Fuentes: ERP, consolidación, contabilidad local.
- Definiciones comunes de métricas fiscales y financieras.
- Responsables claros del dato.
2. Proceso
- Calendario de cierres y entregables.
- Roles definidos (preparador, revisor, aprobador).
- Reglas y supuestos documentados.
3. Controles
- Validaciones automáticas o checklist.
- Aprobaciones con evidencia.
- Alertas ante desviaciones relevantes.
4. Reporting
- Salidas internas (dirección, comité, control interno).
- Salidas externas (obligaciones fiscales, auditoría, corporativo).
Este enfoque evita el error más común: automatizar el reporting sin haber definido antes el dato y el control.
Cómo empezar sin saturar al equipo
Una buena implantación de Tax Management se mide más por el orden que por el volumen de tareas.
Paso 1. Elegir un único caso de uso
- Tax Provision y cierre fiscal, si el dolor está en el cierre y la explicabilidad.
- CbCR / Modelo 231, si el problema son los plazos y el reporting internacional.
- ETR y drivers, si cuesta explicar variaciones o anticipar riesgos (especialmente con Pillar 2).
Paso 2. Definir un diccionario mínimo del dato
No tiene que ser perfecto, pero sí común: definiciones, fuentes, responsables y reglas básicas.
Paso 3. Añadir control antes que complejidad
Validaciones, aprobaciones y evidencias reducen errores y retrabajo antes de sofisticar el reporting.
Paso 4. Escalar por capas
Cuando el primer caso funciona, se amplía a más entidades o jurisdicciones sin empezar de cero.
Preguntas frecuentes sobre Tax Management
No. El Tax Management se centra en la operación diaria de la función fiscal: cálculo, control, evidencias y reporting dentro de la empresa. La planificación fiscal, en cambio, aborda el diseño de estructuras o estrategias fiscales.
El Country-by-Country Reporting (CbCR) es un estándar definido por la OCDE en el marco de BEPS Acción 13 que obliga a los grupos multinacionales a reportar información fiscal y financiera anual por jurisdicción. Su relevancia está en la transparencia y en la coherencia de los datos reportados.
El Modelo 231 debe presentarse dentro de los 12 meses siguientes a la finalización del periodo impositivo al que se refiera la información. Esto exige conservar datos reconciliados y explicables durante todo el ciclo anual.
Pillar 2 introduce un impuesto mínimo global del 15 % calculado por jurisdicción. Si la tasa efectiva queda por debajo de ese umbral, se activa un top-up tax. Esto aumenta la presión sobre la calidad del dato y la capacidad de explicar la tasa efectiva.
El tratamiento del impuesto diferido bajo IFRS se rige por la IAS 12 (Income Taxes), que establece los criterios para el reconocimiento y la medición de activos y pasivos por impuesto diferido.
Conclusión
El Tax Management no va de complicar la fiscalidad, sino de hacerla gobernable. Con datos consistentes, procesos definidos y controles claros, el cierre deja de ser una urgencia recurrente y el reporting fiscal se vuelve más rápido, más explicable y mucho más defendible, incluso en entornos exigentes como CbCR, Modelo 231 o Pillar 2.
Cómo aborda Nova el Tax Management
Nova ayuda a las empresas a evolucionar desde una gestión tributaria reactiva hacia una función fiscal integrada, automatizada y trazable. Su enfoque combina soluciones de EPM y Financial Performance para unificar datos financieros y fiscales, reforzar el control del proceso y simplificar el reporting.
Si quieres implantar Tax Management por fases empezando por Tax Provision, Modelo 231 o ETR, explora las soluciones de Nova y solicita una conversación con nuestro equipo de expertos.




